Los más vulnerables a la contaminación del aire
¿Quiénes son los más vulnerables a la contaminación del aire?
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Bebés y Niños: Respecto a bebés y niños, su respiración es más rápida que la de un adulto, por lo tanto, absorben más contaminantes, además viven más cerca del suelo, donde algunos contaminantes alcanzan concentraciones máximas y principalmente se debe a que los niños están en pleno desarrollo por lo que son intrínsecamente vulnerables. Los cuidados son múltiples, pero respecto a la calidad del aire, cuando un agente infeccioso se enfrenta por primera vez con el niño, antes del año de edad, produce una infección severa que destruye la pequeña vía aérea, provocando un cuadro obstructivo con dificultad respiratoria. Ya sean agentes infecciosos u otros tipos de contaminantes, cuidar del aire donde habita el niño tiene una importancia muy grande para el buen desarrolo físico y cognitivo de los niños.
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Adultos Mayores:
¿Cuándo hay más riesgo para mí?
• Durante los días de mala calidad ambiental.
• Cerca de un incendio forestal.
• En espacios interiores sin la ventilación adecuada.
Su menor capacidad para eliminar los contaminantes del organismo influye negativamente en sus limitaciones funcionales y en su fragilidad. Una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha determinado que las personas mayores son aún más vulnerables a los efectos de la contaminación, por su efecto acumulativo y su menor capacidad para eliminarlos del organismo, lo que influye negativamente en sus limitaciones funcionales y en su fragilidad. El asma, las enfermedades respiratorias y las afecciones cardiacas se agravan con los contaminantes atmosféricos.
• El ozono es el componente principal del esmog. El ozono reduce la función pulmonar, puede empeorar los síntomas del asma, y puede inflamar y dañar el revestimiento de los pulmones.
• El material particulado como el metal fino, el humo y partículas de polvo puede alojarse en las áreas más profundas y sensibles del pulmón y agravar muchas enfermedades respiratorias. Los altos niveles de contaminación de particulados también se han relacionado con una mayor incidencia de problemas cardiacos, incluidos los ataques al corazón.